Cogedme, cogedme.
Dejadme, dejadme.
Fieras, hombres, sombras.
Soles, flores, mares.
Cogedme.
Dejadme.
Miguel Hernández
Pero es más grande Miguel, porque en su sencillez de tierra es el amor el que sostiene la idea del otro en el mundo.
Yo no quiero más luz que tu cuerpo ante el mío:
claridad absoluta, transparencia redonda.